Tras esa amarga experiencia mi deseo era conocer nuevos lugares y empezar desde cero, así que decidí irme a Estados Unidos de intercambio cultural y justo cuando había renunciado al amor, apareció mi ahora esposo a encender mi corazón y cambió mi vida por completo. Ya no hubo vuelta atrás, reconectarme con mi misión de ayudar, me hizo recordar que la transformación empieza en el interior y se refleja en el exterior. Rodearme e inspirarme de mujeres poderosas, hizo que retomara el sueño de ayudar a mujeres a salir adelante, sentirse bellas por dentro y por fuera, a encontrar su estilo personal, tener seguridad en sí mismas y amor propio.